La obra presenta a un diablo chinchinero, figura que fusiona el imaginario popular chileno con la iconografía infernal. Construido con materiales ligeros como cartón y papel, su gestualidad intensa y sus colores encendidos evocan tanto el ritmo callejero del chinchinero como la fuerza simbólica del fuego.

 

En este escenario el personaje no danza en las plazas ni en las calles, sino en el infierno mismo, convirtiendo el espacio ardiente en su escenario vital. El tambor a la espalda se transforma en un sol de llamas, y cada paso se enciende como chispa de un ritual.

 

La pieza dialoga con la tradición del carnaval y la cultura popular chilena, pero también con los arquetipos universales del bien y el mal, del júbilo y el castigo. El diablo chinchinero aparece así como un mediador entre lo sagrado y lo profano, un cuerpo en movimiento que transforma el fuego en ritmo, y la condena en danza.

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Características de la obra

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Materialidad

Esta obra esta realizada con materiales que provienen de la madera, cartón, papel, corcho, madera y pintura acrílica.

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Dimensiones

Marco de madera pintada de 60 x 60 cm. con profundidad y vidrio.

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Certificación

La obra viene con certificado de autenticidad y firma del artista.

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Valor

750.000